Por: Esteban Delgado A., Área de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
17 regiones, más de 150 comunas, autoridades de diversas instituciones, funcionarios/as públicos/as, académicos/as, representantes de la sociedad civil y líderes/as de opinión, en conjunto, más de 1300 personas, con más de un 60% de participación de mujeres, ha movilizado el proyecto que busca formular las bases para una Agenda Subnacional de Acción Climática.
El proyecto se inició en 2019, con el apoyo de la oficina regional para América Latina y el Caribe del PNUD, con el objetivo de asistir al gobierno de Chile en la organización de la COP25 en el país. Desde entonces, ha construido y coordinado una alianza estratégica con el Ministerio del Medio Ambiente, la Asociación Chilena de Municipalidades, la Asociación de Municipalidades por la Sustentabilidad Ambiental y la Subsecretaria de Desarrollo Regional, orientada a desarrollar diálogos entre múltiples actores a nivel nacional sobre acción climática local, junto con analizar políticas, planes e iniciativas legales sobre mitigación y adaptación climática en Chile. A partir de ello, se h busca realizar diversas propuestas sobre mejoras institucionales, innovadoras, inclusivas, y género-responsivas, que permitan integrar y fortalecer el rol de los gobiernos subnacionales y locales en las políticas climáticas nacionales.
Hasta la fecha, este trabajo ha identificado diversas brechas y desafíos para una eficaz, inclusiva y eficiente acción climática en la escala local en Chile, entre ellas: limitadas competencias y habilidades técnico-profesionales de los municipios; restricciones de acceso a información, tecnología y recursos económicos y financieros; marcos legales y normativos insuficientes; excesivo centralismo en la toma de decisiones públicas; fragmentación de competencias y dificultades de coordinación entre servicios públicos; falta de voluntad política de las autoridades subnacionales; alto interés, pero bajo conocimiento de la comunidad en temas climáticos; y, baja colaboración del sector privado. Estas brechas y desafíos actúan de manera sinérgica limitando las posibilidades de los gobiernos subnacionales para enfrentar los desafíos del cambio climático en sus escalas de gestión.
Junto con identificar las brechas y desafíos, el trabajo de esta alianza ha permitido identificar y proponer múltiples medidas y estrategias para su superación, entre las que destacan: (i) integración de los gobiernos locales en institucionalidad climática nacional y regional a través de modificaciones a los marcos regulatorios actuales y propuestos; (ii) elaboración de Planes de Acción Locales de cambio climático; (iii) desarrollo y perfeccionamiento de mecanismos nacionales de financiamiento; (iv) modernización de la gestión municipal y fortalecimiento de sus capacidades técnicas y profesionales; (v) exigencias y facilidades de formación en cambio climático a las autoridades locales; (vi) integración y transversalización del cambio climático en los instrumentos de planificación del desarrollo y de ordenamiento territorial subnacionales; y, (vii) fortalecimiento de la dimensión de género, así como de las instancias y mecanismos de participación ciudadana y actores no estatales en la acción climática local.
Simultáneamente, el proyecto ha impulsado una serie de acciones de fortalecimiento de capacidades locales para enfrentar el Cambio Climático, entre las que destacan: diversas capacitaciones en las Escuelas de Verano d la ACHM; el desarrollo de un ciclo de seminarios sobre acción climática y gestión ambiental local; y, a iniciar en los próximos meses; un Diplomado sobre Acción Climática y Gestión Local que beneficiará a más de 100 profesionales, de diferentes municipios a escala nacional.
Hacia el final de su ejecución, y con el objeto de aumentar su impacto y dotar de sostenibilidad a los resultados, el proyecto busca integrar parte de estas medidas y estrategias en diversos procesos de mejora institucional (Ley Marco de Cambio Climático, por ejemplo) e instrumentos de política climática nacional (Estrategia Climática de Largo Plazo, por ejemplo), como también, de desarrollo local (PLADECOS, Planes Reguladores). Al aplicar estas medidas y estrategias se espera que el país pueda avanzar decididamente hacia una política climática nacional multinivel; global y localmente contextualizada; descentralizada; ambiental, territorial y culturalmente pertinente; inclusiva; genero responsiva; y, no reactiva. De esta manera, Chile estaría en mejores condiciones para enfrentar los enormes desafíos que el cambio climático le impone, así como también, de contribuir efectivamente al logro de los objetivos y metas climáticas globales, y también, al cumplimiento de la Agenda 2030, sus ODS y al compromiso de no dejar a nadie atrás.