Una veintena de científicos, intelectuales y especialistas han dialogado con las siete organizaciones de la sociedad civil que hoy convergen en AIREyVIDA2021. Estas organizaciones son el Colegio Médico; Federación Nacional de Asociaciones de Enfermeras y Enfermeros; Confederación de Trabajadoras y Trabajadores de la Salud Municipal; Asociación Chilena de Municipalidades (AChM), a través de la Comisión de Salud; Colegio de Profesoras y Profesores de Chile; Derecho a Enseñanza sin Riesgo en Pandemia – Chile y la Ong desinflámate para la Medicina Social.
Según diversos especialistas, el peor escenario para Chile -una crisis humanitaria en 2021- se configura a partir de cuatro hechos:
I. Los/as ciudadanos/as, sus familias y comunidades, ignoran todavía cuál es el principal mecanismo de contagio de COVID-19 y cómo prevenirlo.
II. Las autoridades no implementan precautoriamente los estándares científicos disponibles para cortar cadenas de contagio por aerosoles respiratorios.
III. Nuestras redes asistenciales públicas alcanzaron el estado de catástrofe durante este otoño, pese a la máxima expansión de sus camas críticas.
IV. Nuevas variantes virales más contagiosas de SARS-CoV-2 alcanzarán una plena circulación comunitaria en grandes ciudades durante este invierno.
Según estas agrupaciones, todas las personas generamos y también inhalamos continuamente aerosoles respiratorios mientras estamos vivos y respiramos, compartiendo microorganismos a través de nuestra vía aérea. En una Pandemia que se transmite de persona a persona principalmente por inhalación de aerosoles respiratorios ajenos, nuestra exposición al riesgo de contagio sólo debe ocurrir fuera de casa y bajo varias capas de Protección Civil Sanitaria garantizadas por el Estado para todos los ciudadanos, compensando las inequidades que existen en nuestros determinantes sociales de riesgo.
El Ministerio de Salud debe redefinir las mascarillas o respiradores como elementos de protección personal en pandemia, considerando que muchas fuentes de aerosoles respiratorios infecciosos no presentan síntomas clínicos de enfermedad (50% de los casos) y que tanto la ventilación como la distancia son variables que las personas no podremos controlar siempre y en todo lugar.
El Instituto de Salud Pública de Chile (ISP) debe certificar la calidad de todas las mascarillas que se venden en territorio nacional y recomendar sólo las FFP2 para uso en interiores o sin distancia física. Finalmente, llamaron a gobierno a actualizar planes y protocolos vigentes que suponen erróneamente desde marzo de 2020 un mecanismo de contagio por gotas y fómites, ajustarla definición de contacto estrecho a las formas efectivas de contagio cercano/lejano, reemplazar las recomendaciones de auto-cuidado e implementar con urgencia un estándar de Prevención Primaria de COVID-19 basado en la evidencia científica, como en el principio precautorio, comenzando por aprovechar aquellas iniciativas que ya están avanzadas y contribuirán a cortar cadenas de contagio por inhalación de aerosoles respiratorios.